domingo, diciembre 24, 2006

Nochebuena

Fernando Silva dirige el hospital de niños, en Managua.

En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaban para festejar.

Hizo una última recorrida por las salas, viendo si todo quedaba en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos le seguían. Unos pasos de algodón: se volvió y descubrió que uno de los enfermitos le andaba atrás. En la penumbra, lo reconoció: Era un niño que estaba solo. Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizá pedían permiso.

Fernando se acercó y el niño le rozó con la mano:

-Decile a... -susurró el niño-, Decile a alguien, que yo estoy aquí.





Eduardo Galeano - El Libro de Los Abrazos

2 comentarios:

Elena Bravo "Elena de San Telmo" dijo...

Hola MAYBE vuelvo a encontrar mi rosa en esta página.
Un abrazo
Elena

Maribel dijo...

Gracias por tu visita Elena, me alegra compartir esa rosa contigo.

Un beso :)



John Williams - The feather
Esto no es un blog al uso, sólo un rincón donde pongo lo que más me gusta, para disfrute propio. Es público porque tal vez en algún momento alguien necesite un texto, una imagen, una canción. Si es así, habrá servido de algo.

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